DON PEDRO AURORA EL SILBADOR DE LA VECINDAD EN SANTIAGO DE CHUCO

Dr. Javier Delgado Benites (*)

Don Pedro Aurora, es un personaje alegre que con sus silbidos sinfónicos daba mucha alegría a los vecinos, tiene su casa cerca de la casa de mis padres, vive en la misma manzana en el barrio Santa Mónica en Santiago de Chuco.

Recuerdo cuando era escolar primario, llegó alegrar a la vecindad porque ahí había comprado su casa, lo peculiar del nuevo vecino, era que todos los días en las mañanas a mediodía y en las tardes, incluso en las noches, se ponía a silbar, cual ruiseñor contento de alegría, su sonido penetraba los oídos de los vecinos de dicha manzana de las casas.

Don Pedro, era una persona que andaba por las calles del barrio y del pueblo con una prosa de contento, laboreaba su pico y lo daba un sonido filarmónico de los versos que deleitaba todos los días, la mayoría eran huaynos, yaravíes, pasacalles y otros, era un ruiseñor humano que contagiaba satisfacción a la vecindad.

Me deleitaba escuchando sus sonidos musicales, verso tras verso silba realizando sus quehaceres rutinarios, alguna tarea de carpintería, otro menester que en la casa no falta o de ir al campo con sus animales, pero todos sus quehaceres los complacía con su silbo que laboreaba cual poema que hacia penetrar la alegría y la musicalidad en mi casa.

Recuerdo mi madre o mi padre cuando se levantaban temprano y al escuchar decían:

-        Oy don Pedro Aurora, esta que silba cual gorrión.

-        Que capacidad de laborear su pico. 

Crecí mi niñez y adolescencia escuchando sus silbos de don Pedro Aurora, cuando estudiaba en la madrugada para dar mis exámenes escolares, sus silbos que deleitaba me acompañaban a seguir estudiando. Al terminar mi secundaria, emigré a estudiar la universidad a la costa, donde dejé de escuchar sus melodías, mis oídos extrañaban esos sonidos filarmónicos de versos alegres, donde fue reemplazado por los sonidos estridentes de los autos, micros y carros.

Cuando iba en fechas especiales a mi tierra, nos encontramos por el barrio con don Pedro Aurora, nos saludamos y conversamos, ya de edad, pero no dejaba su prosa de estar contento, ahora ya no silba o silba poco, porque mientras estaba ahí, ya no lo escuchaba, lo extrañaba porque quería que sus sonidos musicales penetren en mis oídos para hacerme vivir mis vivencias de mi niñez y mi adolescencia.

La primera semana de enero de este año, que he ido a mi tierra, lo he visto, había sufrido hace dos años un derrame, pero esta recuperándose poco a poco, conversamos un momento, recordando eso tiempos hermosos. La primera semana de abril he estado en Semana Santa, le pregunté sobre don Pedro a su hija y comentó que se encuentra bien, estoy seguro que seguirá recuperándose muy bien, deseándole muchos parabienes y retome su entusiasmo de seguir alegrando la vecindad con sus silbidos.

 

Un saludo para don Pedro Aurora, espero que se siga mejorándose de salud.

 

(Foto del álbum del autor)

  

^(*) Doctor en educación, ingeniero químico, abogado, licenciado en educación, investigador del Instituto de Investigación en Ciencias y Humanidades, directivo del Movimiento Capulí, Vallejo y su Tierra, docente universitario.

 

 

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