ESTAMPAS DE FRANCISCO ORTELIO DELGADO BENITES
(Homenaje por el Día del Padre)
Dr. Javier Delgado Benites (*)
Nació en Santiago de Chuco, el 08 de junio de 1925. Fue hijo del señor Lizandro Delgado Ulloa, de oficio zapatero y la señora Susana Benites Gamarra, dedicada a labores domésticas. Sus estudios primarios los realizó en la Escuela de Varones Nº 271, más conocido como Centro Viejo.
Desde niño aprendió el oficio de zapatero, por las enseñanzas de su padre. Ya joven se independizó, adquiriendo un capital propio y dedicándose a la fabricación de zapatitos para niño; los fabricaba y comercializaba por la zona rural. Conforme se incrementaba su capital, fue adquiriendo herramientas y hasta una máquina para perfilar, dedicándose a lleno a la fabricación de calzado para toda edad.
Por el trabajo persistente y honrado, su capital fue creciendo, con el cual llegó a adquirir una acémila (caballo) para que lo sirva de medio para transportar dicha mercadería por las zonas rurales (caseríos) más alejados de Santiago y así comercializarla por medio del trueque: zapatos a cambio de granos, animales de acuerdo a las posibilidades de la gente campesina.
Por otro lado, fue maestro de muchos jóvenes que por el entusiasmo de querer aprender dicho oficio o en algunos casos los padres llevaban para que sus hijos aprendan zapatería que era en esos momentos un oficio rentable. Le enseñaba gratis, dándoles todas las facilidades necesarias. Se iniciaban como aprendices, luego operarios y concluían como buenos maestros, listos para colocar su taller.
El señor Delgado, por sus continuos viajes a la zona rural con fines de negocios, conoce a la señorita Aurora Benites Aguilar quien vivía en la comarca de Pachogón, debido a que a sus padres y a toda la familia de ella le hacía sus zapatos. Dicha señorita le cautivó por su condición de dama honesta, llegó a enamorarse y pidió la mano a sus padres para casarse con ella, quienes gustosos aceptaron, llegando a contraer matrimonio en la ciudad de Santiago de Chuco, en abril de 1951.
Producto de ese matrimonio, llegaron a tener siete hijos, Orlando Américo, José Fredy, Elizabeth Irene, Ortelio Hildebrando, Doris Olinda, Francisco Javier y Aurora Emperatriz.
Dicho matrimonio siguió dedicado a la zapatería, principalmente cuando los hijos nacieron, pero fue creciendo llegando a tener una micro empresa familiar, aparte de la elaboración de zapatos también se dedicaba a la venta de materiales e insumos para la zapatería. Daban trabajo a mucha gente como operarios y ensueladores. Sus zapatos siguieron vendiéndose en las zonas rurales y también en la ciudad.
Actualmente son muchos sus discípulos que tienen grandes talleres de zapatería en ciudades como Trujillo, Chimbote y Lima. Otros han llegado a ser profesionales exitosos.
Sus hijos actualmente son todos profesionales: Orlando es Abogado; José, Profesor; Elizabeth, Abogada; Ortelio, Profesor; Doris, Profesora; Francisco, Ingeniero y Aurora, Profesora.
A parte de la zapatería, don Francisco Ortelio se dedicó también a la agricultura, ganadería y comercialización de cortes de telas, porque la zapatería conforme pasaba el tiempo fue decreciendo debido a la importación de calzado sintético y barato. Entonces, tuvo que ver otras posibilidades de negocios, puesto que sus hijos estudiaban en la universidad o en institutos superiores para lograr formarse y ser buenos profesionales.
Actualmente por su estado de salud y sus noventa años de edad lo impide desarrollarse como antaño. Su voluntad es continuar con su oficio de zapatero, que le permitió dar una buena rentabilidad y tener una familia unida y con espíritu de progreso.
UN POEMA PARA CELEBRAR EL DÍA DEL PADRE
LOS NOVENTA DE MI PADRE
Padre
con tu rostro cansado de los años y
tu mirada nublada de misterio
de tanto trajinar los caminos ondulados
del temple de las pitajayas y el maíz
de la jalca de la paja y la cebada
donde compartiste el mayor tiempo
parlando con los campesinos
haciendo negocio de zapatos
para llevar un pan diario a casa y
disfrutar con tu esposa y tus siete hijos.
Padre
estas agotado con el tiempo diario
se nota en tu aliento y semblante
caminas lentamente con tu bordón
trechos metros que para ti son largos
tu memoria sigue siendo reluciente
te acuerdas de todo tu vivir en Santiago
de sus cielos añiles con soles radiantes
sigues relumbrando con tu sabiduría
relatando cuentos, mitos y leyendas.
Padre
estas cumpliendo noventa años bien vividos
un árbol fecundo de la presencia frecuente
un roble de la guardia vieja chuquina
similar al maíz negro de la aloja de fiesta
similar a la chicha añeja de los carnavales
el peso de la vida lo ha caído encima
pero sigues siendo un padre ejemplar
que nos orientas y nos das consejos
el cada día de nuestras existencias
para seguir tus pasos de buenos abriles.
Javier Delgado Benites
Huacho, 2015
(*) Doctor en Educación, investigador del Instituto de Investigación en Ciencias y Humanidades, directivo del Movimiento Capulí, Vallejo y su Tierra.
INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN EN CIENCIAS Y HUMANIDADES
Celular: 943467062
e-mail: i2cyh@outlook.es
Lima – Chimbote – Trujillo

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