VUELA MI COMETA EN SANTIAGO DE CHUCO

 

Dr. Javier Delgado Benites (*) 

El mes de agosto es especial en Santiago de Chuco por los vientos, donde los niños aprovechan para elevar sus cometas. En mi época de mi niñez, en el mes de agosto, los días sábados y domingos que no estudiábamos, lo empleábamos para hacer nuestras cometas, para ello, necesitábamos de materiales, carrizo seco o cortadera, papel de cometa, engrudo, hilo, retazos de tela. Una vez que teníamos los materiales, iniciábamos pisando el carrizo para chancarlo, luego retiramos en tiras, comenzábamos a labrarlo la parte interna, para hacerlo más delgada, luego de tenerlo listo los carrizos, decidíamos que figura hacer, había muchos figuras que rondaban en nuestras cabezas, estrellas, barriles, escudos, barcos, rombos, mariposas, etc. Una vez escogido la figura empezábamos a medir los carrizos de acuerdo al tamaño decidido para cortar, la cantidad de piezas que se necesitaban para armar, se amarraba bien los carrizos, una vez realizado el armazón totalmente nivelado, se amarraba todo el perímetro con hilo que lo daba la forma de la figura requerida, de ahí se iniciaba a pegar con engrudo el papel de cometa, con los colores que uno deseaba. Una vez pegado con papel, se dejaba unos minutos para que se seque.

Posteriormente se acompasaba que era fundamental para que la cometa pueda volar, lo acompasado consistía en el extremo superior (se amarraba las dos carrizos centrales y la parte central con hilo, se lo medía si el hilo de un extremo, llegaba al centro, de ahí se medía el siguiente extremo se amarraba. El hilo del centro también se medía que llegue a los carrizos centrales donde estaba amarrado, ahí era la señal, donde se amarraba)  y el extremo inferior (se amarraba los dos extremos centrales y se media al hilo central). Una vez acompasando, de la parte superior se amarraba el ovillo de hilo y en la inferior se colocaba la cola, con retazos delgados amarrados, estando listo la cometa para hacer su primer debut.

La Piedra Bruja en la Parva de la Virgen del barrio Santa Mónica era el lugar adecuado y estratégico para elevar las cometas, en la tarde porque era hora donde había más viento. Nos reuníamos con mis amigos de mi barrio en la esquina de mi casa y partíamos con nuestras cometas cargados en la espalda, al momento de  cargar, lo llevamos con mucho cuidado, con la mano derecha cogíamos el ovillo de hilo y con la izquierda la cola, así llegamos a la Piedra Bruja, en esos instantes comenzábamos a elevar las cometas, la competencia era quien elevaba su cometa más alto. En algunos casos no elevaban, en esos momentos se comenzaba a rectificar el acompasado, porque era esencial para que eleven, luego de solucionado dicho inconveniente, iniciaba la cometa a elevar, había casos que la cometa elevaba una gran distancia, faltando hilo a uno de ellos.

Era divertido elevar los cometas, se sentía una gran emoción y alegría, viendo a tu cometa que se iba a la otra banda, cruzaba el río, y llegaba con dirección de la Pamplona, la casa blanca. Algunos de mis amigos lo colocaban un papel pequeño en el hilo, donde manifestaban que estaban enviando una carta a su cometa, el papelito, el viento lo llevaba hasta la cometa, había casos que la cometa jalaba el hilo o en caso contrario cabeceaba, como pidiendo más hilo. Pasábamos horas elevando nuestra cometa, el sol se escondía tras los cerros, los rayos dejaban de irradiar, la tarde se hacía oscura, en esas horas teníamos que jalar la cometa e íbamos ovillando el hilo, hubo casos que se rompía el hilo, otras se quedaban ensartadas en los árboles, lográbamos bajar la cometa, regresábamos a nuestra casa con nuestra cometa del mismo modo que nos habíamos ido, esperando ir otro día, principalmente sábado o domingo.

Recuerdo una anécdota con mi hermano Hildebrando, un día hemos decidido ir elevar nuestras cometas a la Piedra Bruja, no encontramos hilo para una cometa, mi hermano entra al taller de zapatería de mi padre y saca un cono grande nuevo de nailon delgado, que mi padre, había comprado para coser sus zapatos de plantilla de jebe y decidió llevarlo. Hemos partido a elevar las cometas con nuestros amigos, llegamos y comenzamos elevar las cometas, el cometa de mi hermano que era un escudo de cortadera, se elevó muy bien, pero jalaba el hilo, pero cuando iba soltando, el nailon lo quemaba la mano, para ello, estiró la manga de su chompa para que se proteja la mano y no lo queme el nailon, la cometa de mi hermano se había llevado casi todo el cono y seguía jalando, en esas horas comenzó a jalarlo, pero la cometa como no se daba más hilo, al contrario se estaba jalando, mientras se jalaba, la cometa comenzó a cabecear en la altura y tanto cabecear, logra acercarse a un árbol alto y se enreda, ni mucho que se quiso jalar no se pudo, el nailon es duro, la única solución fue dejarlo ahí, con todo el nailon, nos volvimos a casa, mi hermano sin su cometa y sin el cono nuevo de nailon. Yo era el único cómplice que sabía del cono, bueno no dijimos nada en casa.

Después de dos días mi padre buscaba su cono de nailon, para que dé a sus ensueladores que cosan sus zapatos de planta de jebe, lo buscaba y no se explicaba que había sucedido con su cono nuevo. Buscó todo su taller, incluso nosotros lo ayudábamos a buscar, al fin no pudo encontrar y no supo que se había hecho, nosotros éramos los únicos que sabíamos del cono, pero quedó el secreto bajo cuatro llaves del cono de nailon.

Actualmente los niños de mi pueblo muy poco hacen y elevan sus cometas, están perdiendo el contacto que antes teníamos con los juegos y con la naturaleza, la televisión y los celulares los tiene atrapados, por otro lado, los videojuegos se han apoderado de ellos. Los padres deben encontrar los espacios para que los niños se conecten con el medio ambiente y lo disfruten, como los disfrutábamos nosotros en nuestra niñez.

 

 

VUELA MI COMETA

 

Vuela, vuela mi cometa

en la Piedra Bruja

cruza el colosal cielo

de mi lindo terruño.

 

Vuela alto mi cometa

el escudo de mi patria

de colores rojo y blanco

que me trae sentimiento.

 

Mi cometa en los aires

es un homenaje a mi país

luce el símbolo patriota

en el cielo de mi pueblo.

 

Mi cometa en las alturas

vuela alto con patriotismo

siendo homenaje a los héroes

que mi pueblo dio al Perú.

 

Vuela, vuela mi cometa

en mi rinconcito amado

con el escudo de mi patria

en el cielo azul serrano.

 

JAVIER DELGADO BENITES

Nch. 17 de agosto del 2020

 

(*) Doctor en educación, ingeniero químico, licenciado en educación, investigador del Instituto de Investigación en Ciencias y Humanidades, directivo del Movimiento Capulí, Vallejo y su Tierra, docente universitario.

 

Textos que pueden ser reproducidos

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