EL 16 DE DIECIEMBRE NACÍ EN SANTIAGO DE CHUCO

 

(Esperé que mi padre llegará a casa)

Dr. Javier Delgado Benites (*)

Un escrito para narrar cómo fue mi nacimiento, un día como hoy en Santiago de Chuco, según me relata mi madre Aurora Catalina Benites Aguilar, los detalles ocurridos ese día.

Nací un día lunes 16 de diciembre a las 11:00 a.m. en la ciudad de Santiago de Chuco, en la calle Francisco Pizarro Nº 630 (actualmente el Arte y la Revolución Nº 638) en el barrio Santa Mónica, sector de La Parva de la Virgen. Mi padre contaba con 43 años y madre de 36 años de edad. Soy el sexto y penúltimo hijo de dicho matrimonio.

Mi padre había viajado el día sábado 14 de diciembre a Quiruvilca, distrito minero llevando su negocio, lo dejó bien a mi madre que estaba gestando sus últimos días y a mis cinco hermanos, quedando a venir y llegar el día lunes a primeras horas, porque estaba pendiente por el estado de su esposa, para ese día estaba programado el nacimiento de su sexto hijo.

El día domingo 15 mi madre amanece delicada, a tempranas horas lo visitaba su prima hermana mi tía Clofé Salinas, lo encuentra delicada y lo pregunta:

-  ¿Qué tienes Aurora?

-  Estoy mal, Francisco se ha ido a Quiruvilca con su negocio, pero me ha dejado bien, he amanecido así –contesta mi madre.

-  Ha venido mi prima y me ha dicho que se va ir a las 10 en punto a Pachogón (un rinconcito a una hora y media de camino del pueblo, lugar donde vivía mi abuela materna), voy a decirlo que lo diga a mi tía Luisa para que venga a verte –dice mi tía Clofé.

-  Anda pues hermana –expresa mi madre.

Mi tía Clofé sale apresurada y se va a buscarlo por el centro del pueblo a su prima para que lleve la noticia a mi abuela Luisa. Lo dio la noticia y partió con destino a Pachogón, al llegar a Callargorco del camino a la otra banda lo llamó a mi abuela Luisa.

-  Tía Luisa…

-  ¿Qué dices hija? –pregunta mi abuela.

-  Vengaste para darle una noticia –contesta el familiar.

Mi abuela Luisa se fue al encuentro para recibir la noticia.

-       Tiíta, lo encontrado a Clofé en el pueblo y me ha manifestado que Aurora está mal parece que va dar a luz y me ha dicho que vaya.

Mi abuela al escuchar la noticia regresó a su casa, alistó su rebozo y cargó su quepe y partió con destino al pueblo, llegó a la casa y encontró a su hija Aurora delicada y a todos mis hermanos pequeños preocupados y pregunta:

-  ¿Qué tienes hija?

-  He amanecido mal mamá –contesta mi madre.

-  Francisco –dice mi abuela.

-  Se fue ayer a Quiruvilca, pero me ha dejado bien, todavía viene mañana –replica mi madre.

En esos instantes llegó a la casa mi abuela paterna Susana Benites y lo encuentra a mi madre delicada y pregunta:

-  ¿Qué tienes Aurora?

-  He amanecido mal señora Susana –responde mi madre.

-  Voy a verlo a la Jesús Grados que venga a verte –dice mi abuela Susana.

Salió de la casa apresurada y se dirigió a la casa de la partera y regresó con ella.

-  ¿Qué tienesté comadrita? –pregunta la partera.

-  He amanecido hoy día mal, comadrita –contesta mi madre.

Se acerca la comadrona y toca el pulso y manifiesta:

-  Mañana va nacer el niño a mediodía – y pregunta:

-  ¿Mi compadrito?

-  Viajó ayer a Quiruvilca con su negocio y ha quedado a venir mañana todavía –responde mi madre.

-  Mañana temprano vengo –dice la partera.

Las dos abuelas estaban pendientes de mi madre gestante.

El día lunes 16 según calendario cristiano a primeras horas de la mañana, inicia mi madre con algunos dolores, la partera llegó temprano y pregunta:

-  ¿Comadrita cómo ha amanecido?

-  Ahí comadrita con dolores –contesta mi madre.

Se dirigió la partera y lo tocó el pulso y manifiesta:

-  Va nacer al mediodía. Va estar llegando su papá y el niño va estar naciendo. Prepárenlo señora Susanita su caldito de semillas de cilantro con huevo y lo agrega una papita amarilla grande y lo da de comer para que se abrigue, sin embargo ya vuelvo, voy a darle de comer a mi esposo.

Salió la comadrona apresurada de la casa y se dirigió a su casa, mientras mis dos abuelas preparaban el caldo para mi madre gestante, estaba listo el caldo lo dieron para que coma. La partera no demoró y regresó a la casa y manifiesta:

-  Tiene un huevo de gallina.

-  Si hay –contestan mis abuelas –recién acaba de poner la gallina.

-  Sancóchenlo –dice la partera.

Lo echaron a la olla con agua para sancocharlo, una vez listo lo sacaron para que enfriara.

-  ¿Tienen algodón? –pregunta la partera.

-  Si hay –contestan

-  Tráigame –dice la partera

Lo trajeron y comenzó a envolver el huevo temperado y en ese instante comenzó a sobarlo desde la cabeza, la barriga, la espalda, las caderas. Luego manifiesta:

-  Soasen ají amarillo en la brasa y lo cortan finito en un platito, corten cebolla blanca, lo echan sal. El huevo que lo vaya comiendo con esa ensaladita.

Mi madre come el huevo con su ensalada, una vez que terminó, lo quiso dar sueño.

Mi padre no llegaba de Quiruvilca, eran las 10 de la mañana la hora iba pasando era las 10:20 se intensificaba los dolores y no había cuando nazca, los dolores se incrementaban más, entonces la comadrona, le dice a mi madre:

-  Comadrita, el niño está esperando a su padre que venga, y recién va nacer, va a ver lo que lo digo.

Mis hermanos estaban en el Alto, mirando al ómnibus a la espera de mi padre que llegue, vieron aparecer el ómnibus en las Pampas de Huayatán, vinieron corriendo a la casa avisar que estaba por tal sitio, así estuvieron avisando hasta que llegó al Monumento (entrada al pueblo, ese tiempo había una escultura a CV), todos mis hermanos estaban esperando a mi padre que llegaba con bastantes cosas que traía de Quiruvilca, tan pronto bajó mi padre le avisaron mis hermanos que mi madre estaba mal, en esos instantes mi padre aceleró sus pasos y corrió por la subida, todos mis hermanos en su tras traían las cosas.

Cuando mi padre llegó a la casa cerca de las 11 de la mañana, se dirigió al segundo piso, subiendo por el escalón en donde se encontraba mi madre con los últimos dolores, mi padre entrando por la puerta de la sala, en ese momento nací. Cumpliéndose el vaticinio de la partera.

Mi padre se alegró, miró a su nuevo heredero su sexto hijo que se parecía a él y llevaría su mismo nombre y apellido completo salvo el segundo nombre que varía.

 

Santiago de Chuco, julio del 2010 

(Foto del autor en Santiago de Chuco, 2018)

 (*) Doctor en educación, ingeniero químico, licenciado en educación, investigador del Instituto de Investigación en Ciencias y Humanidades, directivo del Movimiento Capulí, Vallejo y su Tierra, docente universitario.

 

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