PELUCA DE MATE
(Un típico corte de pelo en Santiago de Chuco)
Dr. Javier Delgado Benites (*)
La peluca de mate era un corte de pelo que se hacía con un mate
de calabaza colocado en la cabeza y todo el pelo que queda descubierto se cortaba
con una tijera al ras, ese estilo de corte lo usaron los campesinos de Santiago
de Chuco, para cortar el pelo crecido a sus hijos, a quienes mandaban a la
escuela. Tuve a muchos de mis compañeros en la escuela que venían de la zona
rural con su peluca de mate realizados por sus padres. Es momento de hacer
remembranza a ese típico estilo de corte de mi pueblo y a mis compañeros
quienes lucieron con mucha naturalidad dicho corte, que ahora brillan con luz
propia como buenos padres de familia, profesionales, empresarios, etc., una deferencia
con este relato:
Melquiades
era un niño que había nacido en el caserío de Ururupa, ahí había estudiado sus
primeros años en la escuelita fiscal del lugar, su padre un agricultor cansado
del trabajo en el campo, decidió comprar una casa en el pueblo para ir a vivir,
tomó la decisión de llevar a su único hijo pequeño para que estudie en el
pueblo, con el único fin de que se labre un mejor porvenir, el niño al llegar
al pueblo encontró otra realidad, nuevas costumbres que fue adaptándose poco a
poco, conforme iba pasando los días, extrañaba su hábitat que había vivido en
la jalca junto a la paja, el frio, sus animales que pasteaba, sus juegos
naturales que realizaba, la soledad y las casas esparcidas que existen en dicho
caserío rural.
Melquiades
era vivaracho que rápido se adaptó al pueblo y a la escuela, tuvo nuevos amigos,
pero lo curioso del niño era que lucía un corte de pelo que parecía un hongo, llamado
por la gente peluca de mate, para realizar dicho corte de pelo, su padre
colocaba un mate de calabaza en su cabeza, lo cortaba con una tijera el pelo al
ras por alrededor del filo del borde del mate, eso era el estilo de corte que
la mayoría de niños de la zona rural usaban, los niños del pueblo muy poco
usaban ese estilo porque había peluqueros.
Melquiades
hacia alarde de dicho corte con mucha naturalidad, todos sus amigos no le llamaban
con su nombre sino con su apodo de peluca de mate, que respondía al llamado con
normalidad durante los años que estudio en la escuela, hasta que terminó toda
la primaria utilizó su peluca que su padre lo hacía con el fin de que no crezca
su pelo, era su costumbre, ahorrándose unos soles que lo eran necesarios en el
pueblo.
Peluca
de mate tenía mucho talento, había aprendido las letras de muchos huaynos
durante su permanencia en su lugar de nacimiento, había escuchado la radio o
tocadisto en su casa; en el pueblo hizo amistad con amigos del barrio donde vivía
con quienes jugaba, de vez en cuando cantaba una huaynito que todos sus amigos se
quedaban sorprendidos y les gustaba, diciéndole:
- Peluca de mate cantas como un
ruiseñor –decía Cayuyo
- Peluca de mate échale una
canción más –pedía Duaydo
- Peluca de mate sino cantas
otra ya no jugamos –expresaba Chinicana
Melquiades
ni corto ni perezoso cantaba otro huaynito de su repertorio, que sus amigos lo
ovacionaban con sus aplausos, a veces algunas personas que pasaban por la calle
lo oían cantar se quedaban sorprendidos de la bonita voz que tenía, terminaba
de cantar y se ponían a jugar. Pero los amigos sabiendo sus cualidades de
peluca de mate, siempre para jugar le pedían que cante una canción, el accedía al
pedido, cantaba con mucha franqueza y luego jugaban.
En
la escuela, le gustaba cantar y participar en todas las actuaciones escolares que
se celebraba de acuerdo al calendario escolar, también le gustaba aprender poemas,
lo recitaba con todos los movimientos que parecía un declamador profesional, era
ovacionado por los estudiantes y profesores de la escuela que le pedían que
cante o recite otra, él no se hacía del rogar y accedía al pedido echándole
otra.
A
Melquiades que le llamen con su apodo de peluca de mate no se molestaba, era un
aliciente, le daba más estimulo, se sentía cómodo, llegó a ser requerido en
cualquier evento cultural que realizaban, para que demuestre su talento en el
canto o en la recitación de los poemas, siendo aclamado por las personas que lo
escuchaban, lo aplaudían y lo pedían repetición, accediendo al pedido del público
oyente.
(*) Doctor en educación, ingeniero químico, licenciado en
educación, investigador del Instituto de Investigación en Ciencias y
Humanidades, directivo del Movimiento Capulí, Vallejo y su Tierra, docente
universitario.
Textos que pueden ser
reproducidos
citando autor y fuente
INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN EN
CIENCIAS Y HUMANIDADES
Celular: 943467062
RPM # 943467062
E-mail: i2cyh@outlook.es
Lima – Chimbote – Trujillo
Comentarios
Publicar un comentario