Dr. Javier Delgado Benites (*) Desde niño crecí dentro de una familia católica, creyente del Apóstol Santiago, la fe y la devoción que lo tenemos actualmente es fruto del hogar, de la familia y de la gente del pueblo, por eso, es la veneración que existe hasta estos días del patrón del pueblo. Escuchaba desde niño a mis abuelitas, tíos, mis padres y familiares, hablar sobre el rostro del Apóstol Santiago, he conversado esta mañana por teléfono este detalle con mi madre Aurora Benites, la cual me vuelve a reiterar, lo que siempre escuchaba sobre el rostro del Patrón del pueblo. La cual ella me manifiesta lo siguiente: “La gente antigua decía al ver la cara del Apostolito, cuando iban a quemar sus ceras o cirios a la iglesia y principalmente cuando salía el día de la procesión el 25 de julio de la primera fiesta o el 01 de agosto de la segunda fiesta u octava: - Hay que bonito su cara rosadita del Apóstol, este año no va ver enfermedades. La gente se ponía alegre, pero cuando
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