EL AMOR TATUADO EN LAS PENCAS EN SANTIAGO DE CHUCO

Dr. Javier Delgado Benites (*)

El amor cuando son del mismo lugar es franco y cordial, porque la mayor parte de familias se conocen, tienen las mismas costumbres, la misma idiosincrasia y la misma mística.

En Santiago de Chuco en mis tiempos cuando viví, el amor de los adolescentes y jóvenes era una manifestación casi a escondidas, los padres muy poco sabían o sospechaban de ese enamoramiento secreto o clandestino, porque el joven muy poco se acercaba a la casa, su amor lo declaraba en el colegio o en el barrio donde vivía, todo se manifestaba fuera de ella, los encuentros eran cuando ella salía con el objetivo de ir hacer algún trabajo escolar grupal en la biblioteca municipal o en la casa de alguna amiga o compañera, eso a veces era mentira, era la forma como encontrarse con el enamorado que estaba atento de aquella falsedad.

Ellos se encontraban y se iban a pasar un momento de placer por el canto del pueblo, sitios propicios por los barrios eran: En el barrio San Cristóbal, el bosque de los amantes, el agua del loro; en el barrio San José, el coso o plaza de toros, el estadio, el cementerio y chaychuco; en el barrio Santa Rosa, la carretera de Cachicadán, el parque y en el barrio Santa Mónica, la piedra bruja, la pamplona, el infiernillo, el bosque del Juan Sánchez, eran lugares estratégicos, donde eran muy pocos vistos por los familiares y amigos.

En esos lugares la pareja de enamorados pasaba momentos gratos, en plena naturaleza terrenal, escuchando el silbido de viento, el movimiento de los árboles, la caída de agua del río, el canto sinfónico de una orquesta pajaril, el ladrido de un perro, el rebuznar de un jumento, el balar de un carnero, también la chirapa, el granizo, la lluvia, el sonido del trueno.

 

El amor en Santiago de Chuco era auténtico, el adolescente o joven para plasmar ese momento apasionado y para que ella vea que es genuino el amor que se profesan con su pareja, lo moldeaba escribiendo su nombre de ella y de él en una penca que había en el cerco del camino o carretera, en caso contrario en la corteza de un eucalipto verde, lo hacía con el fin de que sus amigos o algún pretendiente aguaite y deje de pretenderlo a la jovencita que ya tiene dueño por el momento y que se aman intensamente, incluso plasmaba la fecha que había estado en ese lugar con ella.

Por eso, cuando una caminaba por algún lugar de Santiago de Chuco, las pencas estaban tatuadas de corazones y el nombre de los enamorados, donde manifestaba que se aman por siempre y por toda la vida (ejemplos Rosalinda y Elvis se aman, Juana y José amor eterno, Isabel y Miguel se aman por siempre, etc.). La naturaleza era el único testigo de ese amor que había nacido en Santiago de Chuco y se manifestaba como un amor sincero y verdadero.

Los niños de últimos años de primaria en sus respectivos barrios donde vivían, estaban jugando en la calle y miraban pasar una pareja de enamorados, estaban listos para ir siguiéndolo de lejos y ver por donde se iban, ellos se escondían para no ser vistos y así poder seguirlo y aguaitarlo, ver todas las escena que hacían las parejas, los niños de lejitos se escondían tras de los cercos, paderones de casas deshabitadas o piedras grandes para no ser vistos, ni interrumpir los besos y abrazos que se daban los enamorados apasionadamente, porque al ser vistos interrumpían la pasión del amor y en otros casos a veces sucedía lo contrario que lo hacían bromas a las parejas como tirarlo piedras o gritarlo, haciéndolos buscar otro lugar adecuado o regresarse a su casa por el temor de la enamorada de que sea delatada.

Eso era el amor en Santiago de Chuco de los adolescentes y jóvenes en mi época del siglo pasado que es necesario hacerlo una evocación, para hacerlo recordar a muchos amigos que se enamoraron de su primer amor en el lar natal.

 

Santiago de Chuco, 14 de febrero del 2017

 

(Fotos del Autor)

 

^(*) Doctor en educación, ingeniero químico, abogado, licenciado en educación, investigador del Instituto de Investigación en Ciencias y Humanidades, directivo del Movimiento Capulí, Vallejo y su Tierra, docente universitario.

 

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