MI TÍO PANCHITO BENITES ME ENSEÑÓ EL HÁBITO A LA LECTURA EN SANTIAGO DE CHUCO

Dr. Javier Delgado Benites (*)

Cuando era niño escolar de la escuelita elemental de La Parva de la Virgen en el barrio Santa Mónica, que está cerca de mi casa en Santiago de Chuco. Mi tío Francisco Benites Gastañadui, conocido con cariño por toda la colectividad como Panchito Benites fue maestro en dicha institución educativa, no tuve la satisfacción de ser su alumno de aula, pero si me enseñó a cantar sublimes canciones en la formación escolar y a tocar la tarola segunda de la banda de guerra de la escuela.

Mi madre nos enseñó a tenerlo mucho respecto a mi tío Panchito, eran primos, por parte de su padre y de también de su madre, se tenían una gran estima y consideración, siempre se comunicaban persistentemente, fue profesor de mis hermanos mayores.

Mi tío Panchito tenía el hábito de leer todos los días, en la mañana, antes de ir a cumplir su labor educativa de enseñanza con los niños y en las tardes después de cumplir su labor educativa, así mismo, los sábados y domingos. Me gustaba ir a sentarme en los muros de la escuela o pararme en el alambrado que rodeaba el colegio agropecuario, ese lugar es un mirador natural que se observa la belleza del paisaje de toda La Parva de la Virgen, así como a los caseríos de Huayatán, Conra, Pueblo Nuevo y otros lugares que rodean al pueblo.

Lo miraba a mi tío Panchito que aparecía por la carretera con su libro, revista o periódico y camina por ella leyendo, así era todos los días, yo lo observa con mucha curiosidad, como mi tío estaba concentrado en la lectura, recorría leyendo hasta Las guitarras, luego retornaba por el mismo lugar leyendo hasta llegar a su casa, luego de ello, se dirigía a su cumplir su labor educativa con los niños. En las tardes hacia lo mismo, después de haber cumplido su jornada laboral.

Mi tío Panchito me motivo a leer, lo imité y seguí sus huellas, me apasiona desde mi niñez la lectura y los libros, herencia enseñada por mi tío y que seguimos actualmente en ese avatar, dejando huella para que sigan mis hijos y familia y sean lectores.

La lectura tiene la finalidad de comunicar y permitir desarrollar pensamientos cognitivos e interactivos de cualquier persona que tiene la costumbre de ser lector, el leer permite construir con destreza nuevos conocimientos. La lectura ayuda al desarrollo y perfeccionamiento del lenguaje. Mejora la expresión oral y escrita y hace el lenguaje más fluido. Del mismo modo, permite exponer las propias ideas y facilita la capacidad de pensar.

Leer potencia la capacidad de observación, de atención y de concentración, contribuye al desarrollo de la imaginación, la creatividad, enriquece el vocabulario y la expresión oral y escrita.

El hábito a la lectura es la vía hacia el conocimiento y la libertad e implica la participación activa de la mente. Es imprescindible para el desarrollo personal, educativo, profesional y emocional de las personas

Cuando regreso a mi tierra y me voy a observar a dicho mirador natural, para saborear su belleza natural, me da la impresión de aguaitar a mi tío Panchito con su libro, revista o periódico leyendo por la carretera.

Realmente cuando uno está en la santa tierra, Santiago de Chuco, uno echa de menos a los familiares, vecinos, amigos y personas que ya no están en este mundo terrenal, o no radican, pero fueron artífices en nuestra niñez, adolescencia en la formación personal, educativa, social y otros.

Con este escrito quiero rendir un homenaje póstumo a mi tío Panchito Benites, egregio maestro, que contribuyó con sus enseñanzas y su sapiencia a los niños de Santiago de Chuco.

(*) Doctor en educación, ingeniero químico, abogado, licenciado en educación, investigador del Instituto de Investigación en Ciencias y Humanidades, directivo del Movimiento Capulí, Vallejo y su Tierra, docente universitario.

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