EL LEGADO DE MI PADRE

(Al cumplir mi padre Francisco 98 años de edad) 

Dr. Javier Delgado Benites (*) 

Mi padre fue una gran persona, un modelo a seguir; de integridad, moralidad, e incondicionalidad; nos educó en valores, su ejemplo, fue la mejor enseñanza para sus hijos, nos dejó huellas profundas como legado.

Recuerdo que siempre nos decía: - La mejor herencia que los dejo, es su profesión a cada uno de ustedes. No los dejo bienes materiales, solo su carrera profesional, para que ustedes de eso vivan y puedan conseguir lo que más deseen.

Podría atreverme a mencionar algunas características de mi padre.

-      Trabajador era una virtud que tenía. Según nos refería que desde niño se inició al trabajo, era el hijo mayor, sus padres eran modestos, su padre (mi abuelo) era zapatero. Mi padre aprendió dicho oficio a tierna edad para poder ayudar a sus padres y hermanos menores.

-      Honrado en todo nivel, siempre nos inculcó esa actitud. Nos decía: -Nunca cojan ninguna aguja en la casa que visiten, porque incluso la gente puede dejar su dinero a propósito para probar como son.

-      Responsable con sus compromisos asumidos, en el ámbito familiar y de negocios que hacía con la gente.

-      Condescendiente con los campesinos, porque su negocio de zapatos, a ellos estaba dirigido, cuando vendía, aplicaba el trueque, recibiendo animales o productos agrícolas como forma de pago. Por otro lado, acogía a los campesinos en la casa, para que encarguen sus animales en el corral mientras su permanencia en el pueblo, compartía el desayuno, almuerzo y la merienda con ellos cuando se quedaban a dormir en la casa.

-      Afectivo, con sus hijos, nos abrazaba, nos daba un tierno beso, recuerdo que a mí me quería bastante por ser el último hijo varón o por llevar su nombre.

-      Solidario con las personas, principalmente con los que necesitaban o estaban atravesando algún inconveniente de salud o familiar, el siempre compartía lo poco que tenía.

-      Hogareño, disfrutaba con el entorno familiar en casa, dándonos todo con el único fin de vivir en armonía.

 

Mi padre nos enseñó al entorno familiar a construir un proyecto de vida, enseñándonos a tener sueños para poder repercutir. En nuestro hogar fue donde nos inspiramos la ilusión de ser profesionales y se desarrolló el deseo de alcanzar nuestras metas propias.

La presencia de mi padre en nuestra etapa de niñez y adolescencia aportó todo lo necesario para para poder desarrollarnos con valores genuinos y así poder crecer sintiéndonos confiados y con las herramientas necesarias para enfrentar la vida en el futuro.

Recuerdo los consejos que nos daba, principalmente después de haber merendado (cenado), donde desplegaba sus consejos u orientaciones que nos permitía reflexionar para consentir la convivencia que nos permitía desarrollar seguridad necesaria para enfrentar a la sociedad con asertividad y confianza.  Su experiencia y su intuición fueron fundamentales para orientarnos cuando era necesario y en el momento requerido.

Mi padre nos consentía a todos sus hijos con sus fortalezas y debilidades, nos daba afecto, nos atendía. Tenía la necesidad de darnos seguridad y sentido de pertenencia. Estableció un modelo de familia sostenible en el tiempo, donde su preocupación era que mantengamos viva la ilusión de ser profesionales y vivir la vida en unión con el futuro entorno familiar donde exista cordialidad y gozo de salud.

Su ejemplo de padre tuvo un gran impacto en la forma en la que nosotros sus hijos, percibíamos su orden real, así como la manera en la que se relaciona con las personas, el optimismo acerca de su futuro, las actitudes y valores que practicaba diariamente.

Era consistente en sus decisiones junto con mi madre, su compañera fiel de toda su vida, eso lo hacían el día a día. Todo lo asimilado, lo agradecemos, puesto que así aprendimos a ser perseverantes y nos formamos hábitos que nos brindan plenitud actualmente en nuestra vida como padres de familia, siguiendo ese legado de enseñanzas que lo practicamos en nuestro hogar.

Feliz cumpleaños estimado papá. Cuanto te extraño.

Un abrazo hasta el cielo.

 

(Fotos del autor)

 

 

(*) Doctor en educación, ingeniero químico, abogado, licenciado en educación, investigador del Instituto de Investigación en Ciencias y Humanidades, directivo del Movimiento Capulí, Vallejo y su Tierra, docente universitario.

 

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