Para celebrar el DÍA DEL MAESTRO quiero compartir un verso, escrito en el año 1999, hace 24 años, cuando llegué a Chimbote a trabajar en educación superior.
Dr. Javier Delgado Benites (*) Desde niño crecí dentro de una familia católica, creyente del Apóstol Santiago, la fe y la devoción que lo tenemos actualmente es fruto del hogar, de la familia y de la gente del pueblo, por eso, es la veneración que existe hasta estos días del patrón del pueblo. Escuchaba desde niño a mis abuelitas, tíos, mis padres y familiares, hablar sobre el rostro del Apóstol Santiago, he conversado esta mañana por teléfono este detalle con mi madre Aurora Benites, la cual me vuelve a reiterar, lo que siempre escuchaba sobre el rostro del Patrón del pueblo. La cual ella me manifiesta lo siguiente: “La gente antigua decía al ver la cara del Apostolito, cuando iban a quemar sus ceras o cirios a la iglesia y principalmente cuando salía el día de la procesión el 25 de julio de la primera fiesta o el 01 de agosto de la segunda fiesta u octava: - Hay que bonito su cara rosadita del Apóstol, este año no va ver enfermedades. La gente se ponía alegre, pero cuando
Dr. Javier Delgado Benites (*) Cada 1º de mayo, se celebra en Santiago de Chuco, la festividad de florecer, que es una de las actividades tradicionales más alegóricas del lugar. La mayoría de gente sale de madrugada a las 4 ò 5 de la mañana en familia o en grupos de amigos, dirigiéndose a la campiña llevando comida, música y licor, para pasar un día de alegría y tranquilidad. La mayoría opta por ir los cerros donde hay cruces, otros deciden ir a sus chacras (terrenos de cultivo alrededor del pueblo) y posicionarse en sus parvas. Actualmente se ve generalmente a la juventud que salen en grupos de amigos. Anteriormente salían las familias enteras, era un día de descanso y compartir familiar. El mes de mayo en Santiago de Chuco es prodigioso, porque todo es verdor, los cerros, las laderas, los arroyos, los sembríos están echando sus primeros frutos verdes, los choclos, los chungares (alverjas verdes), las habas verdes, el chiclaito verde y otros. La costumbre de casa, era que mi padre a p
Dr. Javier Delgado Benites (*) En la fiesta de julio de este año, el día 23 en Santiago de Chuco, me encontré en la casa de la familia Alcántara Paredes con mis amigos, los hermanos Luis (Lucho Flá) y Víctor (Vicharra) Ruiz Gil, con quienes compartimos gratos momentos de conversación, donde le revelé, que yo era amigo de su padre, el señor Víctor Ruiz Lihón, conocido con estima por el señor “Viche”. Cuando visitaba a mis padres en Santiago de Chuco, nos encontrábamos por la calle, compartíamos momentos de conversación, en una oportunidad me narró, una anécdota que su tío el maestro Luis Ruiz García, quien fue maestro de primaria de César Vallejo en el Centro Viejo, lo comentó. Dicha anécdota inédita, que figura en el libro intitulado “Anecdotario de César Vallejo” de mi autoría, le ofrecí publicar a mis amigos Ruiz Gil. César Vallejo cuando regresaba a Santiago de Chuco para pasar vacaciones de estudiante universitario con su familia y amigos, aprovechaba su estadía en su tie
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