2 DE AGOSTO. DÍA DE ADORACIÓN Y DESPEDIDA DEL APÓSTOL SANTIAGO “EL MAYOR”
Dr. Javier Delgado Benites (*)
El pueblo de Santiago de Chuco ha festejado más de veinte días de intensa fiesta patronal en honor al Apóstol Santiago “El Mayor”, pero después de celebrar la procesión de la fiesta de octava (segunda fiesta), vienen el día 02 de agosto el día de la adoración y la despedida.
En las primeras horas de la mañana se inicia una peregrinación y congregación de los fieles en la iglesia matriz de nuestra ciudad para adorar a Dios y recibir la bendición del nuestro Patrón Apóstol Santiago “El Mayor”, protector de todos los habitantes de la provincia de Santiago de Chuco.
El Inter del Apóstol Santiago es trasladado del local de la mayordomía del barrio, a horas de 3.00 de la tarde a su iglesia por todos los comités del barrio, autoridades, vecinos, público en general en compañía de los Negritos quienes cantan con mucha devoción y tristeza.
Las 4.00 de la tarde se inicia la MISA DE VENERACIÓN y tradicional SUBIDA
del Apóstol Santiago “El Mayor” a su trono en el Altar Mayor del templo a son
de cantos y plegarias por los Negritos, que llenan el ambiente con sus cantos apenados,
que muchos lloran de tristeza.
Los Negritos
cantan:
“Adiós Apóstol
Santiago,
hasta el año venidero;
si Dios nos presta la
vida,
el otro año volveremos
Tarará tará rará raaaa!
Tarará tará rará raaaa!
”
Después de la subida va acompañada de conjugada melancolía de los asistentes, para muchos paisanos que han viajado desde muchas lejanías a celebrar su fiesta del pueblo, es hora de alejarse de la tierra natal, nadie aceptaría despedirse de las caricias de la madre, del afecto de los familiares y de la gentileza de los amigos; quien puede renunciar a estos apegos que nutren el espíritu y fortalecen el alma.
Se terminó la fiesta, es el momento de retornar por el mismo camino, hacia los lugares donde residen o trabajan a nivel nacional e internacional, dejando el terruño aun con olor y color amarillo festivo, porque ahí se quedan las raíces que nos une con nuestra santa tierra, es el tiempo de volver a iniciar la rutina familiar y laboral con más ahínco y responsabilidad.
La
súplica encarecida hecha ante la imagen del Apóstol Santiago, de volver el
próximo año, tienen algo de aliento para el trance de la despedida. Con el simple
hecho de pronunciar la palabra “Adiós Apóstol Santiago”, se convierte en un
aliento o consuelo divino, augurando que, en la fiesta venidera del siguiente
año, se esté presente. Esta esperanza del futuro de volver, tienen la virtud de
calmar la tristeza separación del lugar donde hemos nacido.
“Y, con esto adiós, adiós,
Hermosísimo Patrón
Tú te quedas en tu trono
Yo me voy para volver”
(Dedicado a mi madre Aurora Benites Vda.
de Delgado, fiel devota del Apóstol Santiago “El Mayor”)
(*) Doctor en educación, ingeniero
químico, abogado, licenciado en educación, investigador del Instituto de
Investigación en Ciencias y Humanidades, directivo del Movimiento Capulí,
Vallejo y su Tierra, docente universitario.
Textos que pueden ser reproducidos
citando autor y fuente
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HUMANIDADES
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