EL MUÑECO “TÍO CONDOLGO” QUEMADO POR FIN DE AÑO

Dr. Javier Delgado Benites (*)

Se había pasado la Navidad en familia y el fin del año escolar, los amigos de la mancha de La Parva de la Virgen del barrio Santa Mónica de Santiago de Chuco liderados por Childe e integrados por: Shongo, Chino Roger, Negroka, Lamparín, Alalao, Duaydo, Chinicana, Gordo Linder, Limeño, Jipy, estaban recién salidos de vacaciones escolares. El día 30 de diciembre en la tarde se reúnen en los muros de la escuela para planificar como todos los años, hacer el muñeco para quemar el día 31 de diciembre, el fin del año viejo.

Childe a todos reunidos pregunta:

-        ¿Mañana (31 de diciembre), a las nueve de la mañana, todos hacemos el muñeco, con ropa que no se usa en la casa?

-        Yo traigo una camisa –dice shongo.

-        Yo traigo un pantalón –expresa chino Roger.

-        Yo traigo un saco y mi hermano Negroka, trae las botas, que ubique en la zapatería de mi papá algunas botas que ya no sirven –señala Childe.

-        Yo traigo la corbata –manifiesta Lamparín.

-        Yo traigo un sombrero –dice Alalao.

-        Yo traigo el kerosene y los fósforos para prender el muñeco –señala Limeño.

-        Con el Chinicana, el Gordo Linder y el Jipy, vamos a las ocho de la mañana con un saco de plástico para traer la paja del pajero de la chacra de mi papá, para llenar el muñeco.

-        Ya Childe –replican los tres mencionados.

 

Todo ya estaba planificado para el día 31 de diciembre en la mañana, en esas horas se ponen a jugar un partido (futbol), la intensa lluvia lo hace terminar el juego, era las seis de la tarde, todos se despidieron esperando encontrarse mañana a la hora pactada. Todos manifestaron:

-        ¡Ojalá no llueva!

-        No creo que llueva –replican Childe y Negroka.

 

Al día siguiente, el sol estaba radiante, no había indicios que llueva ese día, Childe ya estaba antes de las ocho en la esquina de la casa esperando a los responsables para ir a traer la paja, llegaron los tres en forma sincronizada a la hora indicada y partieron con dirección a la chacra del papá de Childe, donde trajeron el saco repleto de paja.

 

A las nueve de la mañana todos los amigos estaban en la esquina con la ropa lista que habían ofrecido para hacer el muñeco. En esos instantes Childe fue a su casa y trajo una aguja pañetera e hilo de pabilo para coser los puños de la camisa y los bordes finales de las piernas del pantalón, luego coser la camisa con la cintura del pantalón. Se inicia a llenar con paja primero el pantalón y después la camisa, siendo las dos partes importantes, que dan forma al muñeco, una vez rellenado se puso las botas, luego el saco.

Faltaba la cabeza, Childe fue traer de su casa tela de color palo rosa, dobló la tela en dos, trazó una circunferencia y cosió todo el borde del trazo, dejando un espacio para el llenado de paja quedando en forma redonda la cabeza, lo cosió con la camisa y con un plumón negro hizo la boca, los ojos y el bigote, se coloca la corbata y el sombrero viejo, se cosió sus manos que eran dos guantes llenos de lana. Al mediodía estaba listo el muñeco, todos los amigos presentes estaban contentos de haber logrado la hazaña, se lo arrecostró al muñeco en la pared de la escuela, para observar algún detalle que falta. La gente que pasaba por la esquina, se sonreían viendo al muñeco que lo llamaba la atención su singular aspecto.

 

Childe dice:

-        A las seis de la tarde lo colocamos en el centro de la calle de la esquina, para ello hay colocar un palo para que lo sostenga.

-        Yo traigo el palo –manifiesta Duaydo.

 

En esos momentos, era hora de almorzar, todos ayudaron a cargar al muñeco a la casa del Chino Roger, para dejarlo, porque algún palomilla podía estropearlo.

 

Llegado las seis de la tarde, se colocó el palo en medio de la calle y todos de nuevo ir a traer al muñeco de la casa encargada para colocarlo, se paró al muñeco sujetado al palo, tenía la apariencia de un terrateniente, con bigote, saco, corbata y botas.

Childe pregunta:

-        ¿Cómo se va llamar el muñeco?

Todos los asistentes al unísono respondieron, como si se hubiesen puesto de acuerdo:

-        ¡Tío Condolgo!

-        Entonces así se llamará

En un pedazo de cartón se le escribió con letras grandes el nombre del muñeco y se colocó en la parte inferior, para que la gente sepa su nombre.

 

El muñeco estaba listo para ser quemado, se esperaba las doce de la noche, la gente enterada del muñeco se acercaba a aguaitar, muchos se sonrían de su apariencia y del nombre. Mientras que los responsables jugaban alegres las chapaditas, las escondidas, para luego reunirse todos para echar adivinanzas y contar relatos, aprovechando el anochecer de cielo despejado, alumbrados con luz de la luna y las estrellas, bien abrigados por el frio que hacía, hasta esperar quemar el muñeco, la vecindad estaba atentos de la quema del muñeco.

 

Minutos antes de la llegada de las doce de la noche, Childe roció de kerosene y prendió el muñeco, que comenzó arder como fin del viejo año y el regreso del nuevo año. Todos los responsables de la mancha de La Parva de la Virgen estaban felices que su monumental obra, el muñeco denominado el “Tío Condolgo” era consumido por las llamas del fuego.  Saltaban de emoción y regocijo, aplaudían de gozo y gritaban:

-        Chau Año Viejo

-        ¡Qué viva el Año Nuevo!

-        ¡Qué viva! – replicaban la gente presente.

 

Todos los amigos de la mancha se abrazaban, dando la bienvenida al Año Nuevo. El muñeco solo quedaba reflejado en cenizas, en esos instantes se despedían para ir a compartir un cafecito en sus casas con sus familiares. Esperar horas del amanecer del primer día del año para comentar lo sucedido.

 

Esas horas las calles de los barrios de Santiago de Chuco, se miraba el humo que se expandía sobre las casas. Sonaba la música en algunas casas de las familias que se celebraban el año venidero con algarabía hasta el amanecer.

 

Nota: La costumbre de quemar muñeco en Santiago de Chuco, tiene la finalidad echar al fuego todo lo malo del año que termina y desahogar las energías negativas del período que termina, para iniciar la transición del nuevo año con energías positivas.

 

 

Nuevo Chimbote, 31 de diciembre del 2010

 

 

(Foto: Internet)

 

 

(*) Doctor en Educación, ingeniero químico, abogado, licenciado en educación, investigador del Instituto de Investigación en Ciencias y Humanidades, directivo del Movimiento Capulí, Vallejo y su Tierra y docente universitario.

 

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