DANILO SÁNCHEZ LIHÓN VISITA LA TIERRA DE JUAN OJEDA

Dr. Javier Delgado Benites (*)

El poeta Danilo Sánchez Lihón (Santiago de Chuco 1943 –¿?) cultivó una gran amistad con el poeta Juan Ojeda (Chimbote 1944 – Lima,1974).
Se conocen cuando eran estudiantes universitarios en el patio de Letras de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, la Decana de América; ese primer encuentro comparte un café en el restaurante Jamaica, al costado de la casona del Parque Universitario, contiguo al panteón de los próceres.
Danilo Sánchez revela de su primer encuentro. Al conocernos con Juan, supimos al instante que estábamos hechos del mismo quebranto, que nos animaba el mismo aliento y se nos había arrojado a idéntico pozo sin fondo; a idéntico vacío y a batirnos con similares o parecidos enigmas. A partir de ese momento fuimos amigos inseparables.
Cuando caminaban por las calles de Lima -dice-. A veces subiéndonos a los ómnibus sin rumbo fijo, nos sumergíamos en la contemplación de la ciudad. Por el gusto y la reverenda gana de hacerlo. Sin puntos fijos a donde ir. En realidad, no íbamos a ninguna parte. Solamente nos interesaba testificar el “hoy” y el “aquí”. En el fondo gozando profundamente de la poesía que significa echar una mirada por la realidad y que se siente profundamente cuando vamos en soledad, como ocurría con nosotros.
Juan Ojeda visitó circunstancialmente Santiago de Chuco, donde estuvo dos semanas, vestía de poncho y sombrero que el señor (Danilo padre) lo proporcionó para amortiguar el frío, visita diversos pueblos, para conocer a profundidad, la idiosincrasia del poblador andino y establecer una similitud de identidad en el lenguaje con la del poeta Vallejo, uno de los lugares turísticos que visitó fue Cachicadán, para bañarse en sus aguas termales, conocer el ojo y el cerro de la Botica, ahí en aquel lugar Juan Ojeda se enamora de una señorita, simpática que estaba en todo su esplendor de la juventud inocente, ella lo miraba con sus ojos claros al forastero, ambos se simpatizaban. El estudiante universitario chimbotano no quería regresar de la tierra de Vallejo, se había acostumbrado, los jóvenes poetas se habían olvidado completamente de sus clases universitarias, no querían regresar a Lima. Ojeda disfrutaba plácidamente de la telúrica y magnética que ofrece la ciudad andina a los visitantes, el compartir con la familia y amigos de Danilo Sánchez, al fin deciden regresar para retomar sus estudios y sus quehaceres poéticos.


De esa amistad espiritual que existió del poeta chimbotano Juan Ojeda con el poeta santiagochuquino Danilo Sánchez, una hermandad sincera, incluso Ojeda le dedica un poema a su amigo Danilo.
HERMES TRISMEGISTO
A Danilo Sánchez Lihón
Como sí
La desesperación
aún
En medio de olas de oro
por su incomparable luz de heliotropo
por su inconquistable sombra
acude
A las orillas del sueño
a los amores funestos
Jarcias envejecidas sobre el espíritu
Las barcas ausentes
Como navegar en el
Universo Destruido
estrellas unánimes
galaxias
constelaciones inútiles (…)
Juan Ojeda
Danilo Sánchez posteriormente corresponde a su entrañable amigo con un poema que titula:
CONTIGO
JUAN
OJEDA
1
Día antes
que murieras estuvimos contigo,
Juan Ojeda,
regateando damajuanas de vino
en la Plaza
de Acho sobre el Puente de Fierro,
mientras
en el altoparlante del Mercado La Aurora
la Flor Pucarina
elevaba su queja y las aguas
del Rímac
se deslizaban calmas, inversamente
al sentido
del tiempo fugaz y traslúcido
en esa hora
y deshora supremas.
(…)
Danilo Sánchez Lihón
Ese vacío de amistad que dejó Juan Ojeda a Danilo Sánchez, durante 25 años, este último para remediar el dolor y su ausencia, escribe y publica en el año 1999 el libro titulado TROMPETA DEL JUICIO FINAL. RAZÓN Y PASIÓN DE JUAN OJEDA, para inmortalizar el nombre de su entrañable amigo y su poesía.
Por todo lo revelado precedentemente, el domingo 19 de mayo el poeta Danilo Sánchez visita Chimbote en el XXIV Encuentro Itinerante de Capulí Vallejo y su Tierra, movimiento que fundó hace 24 años, con la finalidad de plasmar esa amistad sincera y decir a Juan Ojeda, durante su ausencia física, que está en el puerto pesquero, su tierra natal con los peregrinos nacionales e internacionales, para seguir valorando la inmortalidad de su poesía y la admiración que tuvo a César Vallejo. Estoy seguro que, si el poeta chimbotano estuviera presente, sería parte de este conglomerado cultural que pregona la construcción y afianzamiento de nuestra identidad, rescatando los valores del mundo andino plasmado en el ideal vallejiano.
Están invitados a este evento cultural. No faltar….

(Fotos Internet)

(*) Doctor en educación, ingeniero químico, abogado, licenciado en educación, investigador del Instituto de Investigación en Ciencias y Humanidades, directivo del Movimiento Capulí, Vallejo y su Tierra, docente universitario.
Textos que pueden ser reproducidos
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Lima – Chimbote – Trujillo


 

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