NEGROKA UNA VOZ AL SERVICIO DE LA CULTURA DEL PUEBLO

Dr. Javier Delgado Benites (*)   Quiero evocar estos recuerdos de mi lar natal, donde solía escuchar la radio a pilas en casa en las épocas de mediados de los 70 e inicios de los 80, donde en Santiago de Chuco, no había televisión, se escuchaba los programas que mi padre sintonizaba, le gustaba escuchar las noticias, música, etc. en radio Unión, Nacional, El Sol y finalmente Radio Programas del Perú. La radio era un medio masivo y más cercano, con mayor alcance, en las épocas de los 70 a 80; generó poder y contribuyó a la construcción de nuestra cultura e identidad nacional.                                     En casa teníamos el radio Nivico (JVC), se escuchaba lo que mis padres les gustaba, las noticias y música, mi madre en algunas ocasiones escuchaba radionovelas. Personalmente aun escolar me gustaba oír fútbol, era mi pasión y lo practicaba con mis amigos de la escuela y del barrio, escuchaba los sábados o domingos el torneo de fútbol profesional, algunos partidos que jugaba

  EL FOGÓN DE MI MADRE   El fogón de la cocina aldeana de mi casa es la esencia de mi alma plasmada en ella es el lugar de la candela roja alborotada que hacía hervir a las recias ollas de barro que se divertían con los potajes preparados de olores y enjundias de ricos sabores hechas de las manos dóciles de mi madre.   Crecí viendo el fogón de mi progenitora pasaba parte del día en aquel bendito lugar atizando la leña, espirando con el soplador viendo que ponen y cambian las ollas de barro que hagan los aderezos de las sopas y guisos que tuesten en la callana cancha, trigo o pelona y saborear los amenos manjares que preparaba.   Mi madre en su cocina era la única que reinaba tenía una variedad de ollas de barro y de aluminio cada una de ellas cumplía una función especifica para los potajes con sal o potajes con azúcar tenía diversidad de utensilios de madera una pluralidad de vajillas de loza y porcelana incluso los afamados mates de cala

Dr. Javier Delgado Benites (*) La cruz del llanto o cruz verde, se ubica en la entrada o salida del pueblo, está cerca a la curva de las guitarras, al costado de la quebrada del gallinazo, es un lugar donde los penitentes en Semana Santa llegaban a chicotearse, haciendo su recorrido de las sietes cruces del pueblo. Se le denomina cruz del llanto, porque en dicho lugar, las familias del pueblo llegaban a despedir a sus familiares que viajaban a la costa en busca de un mejor porvenir de trabajo o de estudio, donde se ceñían con abrazos eternos con sus seres queridos, salían a despedirlo con música de guitarras y llanto, adicionalmente acompañado del sonido del agua que baja por la quebrada del gallinazo en los tiempos de invierno. En la cruz de llanto, los familiares que quedaban apenados lo pedían que los enrumbe en un buen viaje, rezaban sus plegarias al cielo el pronto retorno de quien demoraba tanto, porque el padre, el esposo o el hijo vuelvan. Se acompañaban en su dolor con o

Dr. Javier Delgado Benites (*) Encontrarme en mayo en el XXIV encuentro de Capulí Vallejo y su Tierra en Santiago de Chuco, con mi maestra, poeta y escritora Dina Amada Sánchez Baca, fue de lo más excelso y placentero, me hizo recordar esos gratos momentos en que ella me enseñaba en el último año de primaria en la Escuela Primaria Nº 80523, denominada La Parva de la Virgen y los primeros años de secundaria en el Colegio Nacional César Vallejo de Santiago de Chuco. El viernes 24 de mayo coincidimos en la presentación de libros en el auditorio del renovado colegio ahora emblemático donde ella enseñó y yo fui su alumno, ella presentó su poemario De cuerpo entero. Canto a Vallejo, y el mío Simón Bolívar en Santiago de Chuco. Dina Amada Sánchez Baca, nace en Trujillo en el año 1947, fueron sus padres el señor Leoncio Sánchez Medina de Celendín y su madre Lidia Baca de Sánchez de Huamachuco. Realiza sus estudios primarios en el Centro Educativo Santa Teresita. Nº 272 y la secundaria en el Co