MI MADRE UN EJEMPLO DECISIVO EN NUESTRO HOGAR

(Al cumplir tres meses de su sentida partida al cielo)

Dr. Javier Delgado Benites (*)

Mi madre cumplió su verdadero rol ejemplar en nuestro hogar, era una madre inteligente, honrada y muy hogareña. Sin ella, talvez ninguno de sus hijos hubiera estudiado educación superior. A ella le gustaba que sus hijos estudien, era su alegría, era su complacencia. Me decía:

-     Cuando ustedes estudian que satisfacción me dan. Cuando salen bien en sus calificaciones u obtienen su título profesional. Ni hambre me da, me llena de placer saber que han salido bien y han logrado ser profesionales.

Lo admirable de mi madre, que siempre lo recuerdo era su carácter firme, cuando nosotros tomábamos nuestras decisiones para seguir estudios superiores. Ella nunca nos ponía ningún, pero, o una palabra que nos desanimara, ella nos apoyaba plenamente. Recuerdo que lo decía:

-     Mamá he decido viajar a Trujillo porque quiero postular a la universidad.

-     Está bien hijo, que haces acá, me gusta que seas profesional, no me gusta que me rodeen.

Si es tu decisión, te apoyo en tus pretensiones, anda pórtate bien, dedícate a estudiar y que Dios te bendiga. Mi madre jamás te decía, algo que te desalentará, o te haga retroceder en tus decisiones. Te respaldada totalmente, dándote ánimo y valor para concretizar lo decidido. A parte lo acompaña su demostrado carácter en el momento que hablaba con firmeza. Eso era con todos mis hermanos.

Yo siempre me preguntaba, cuando estudiaba ¿Por qué mi madre será así, tan firme? ¿No nos amará? ¿No lo noto sentimientos? ¿Llorará?, las preguntas me rondaban en mi pensamiento, habrá el día en que le preguntaré, para conocer su punto de vista.

Recuerdo que llegó el día, la oportunidad para preguntarlo, cuando era profesional, fui a visitarlo a Santiago de Chuco por fines de los noventa. Mi curiosidad mía era preguntarle porque su carácter de firmeza, cuando nos respaldaba en las decisiones que tomábamos para estudiar.

Estuvimos los dos conversando en la cocina, ella estaba preparando el potaje para el almuerzo, cuy guisado, aproveché la ocasión de preguntarlo:

-     ¿Mamacita porque su carácter tan firme en respaldarnos en nuestras decisiones de estudio? ¿No tenía sentimientos o pena en sus hijos?

-     Yo con mi firmeza los respaldaba, para que ustedes no se desanimen. Si yo me hubiera puesto a llorar o decirle en su delante -no te vayas hijito, cuando vienes ya no me vas encontrar-, como dicen muchas madres empalagosas y cobardes que quieren que los hijos estén a su lado, se hubieran desanimado y ya no iban estudiar, me estuvieran rodeando sin hacer nada. Yo no quería tenerlos a mi lado. Yo quería que estudien y sean profesionales. Así los respaldaba o las apoyaba. Ustedes creen, que no lloraba, cuando ustedes se iban, yo lloraba, porque la madre quiere mucho a sus hijos, en los hijos no hay distinción, todos son iguales, madre o padre quieren lo mejor para los hijos, cuando los va bien, hay alegría, cuando los va mal hay tristeza. Pero a los hijos que los va mal es porque han sido desobedientes a sus padres, ni mucho que los padres lo han dicho ¡no!, ellos han insistido y ahí esta las consecuencias y resultados.

Mi madre con esa respuesta comprendí y revaloré su firmeza qué mostraba y el sentimiento y amor que tenía por sus hijos, con ese sermón final fue una gran lección para seguir su legado, que personalmente lo pongo en práctica en mis hijos esperando que sean buenas personas de bien y buenos profesionales. 

Gracias mamacita por tus orientaciones y consejos permanentes, no sabes cuanta falta me haces, felizmente fui obediente en lo que tú me manifestabas y ahí están los resultados.

Te extraño muchísimo, con el pasar del tiempo, sigue guiando junto a mi padre y hermana mis pasos y de mis hermanos obedientes y desobedientes.

 

Santiago de Chuco, 26 de febrero del 2025

 

(Foto del autor)

 

(*) Doctor en educación, ingeniero químico, abogado, licenciado en educación, investigador del Instituto de Investigación en Ciencias y Humanidades, directivo del Movimiento Capulí, Vallejo y su Tierra, docente universitario.

 

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