EL MIRADOR DE LA PARVA DE LA VIRGEN DE SANTIAGO DE CHUCO

Dr. Javier Delgado Benites (*)

El mirador de la Parva de la Virgen, está ubicado al costado de la escuela 80523, del barrio Santa Mónica; es un genuino mirador natural, durante mi permanencia en mi niñez y adolescencia, lo llamaba Mirador filosófico porque era un lugar simbólico desde donde se observa y reflexiona sobre la vida, el conocimiento y la existencia, su tranquilidad contempla el mundo con pensamiento crítico y profundidad, escoltado de una lindeza paisajista.

Lugar donde frecuentaba perennemente en las mañanas, tardes, y noches, a cualquier hora, por la cercanía que se encontraba de mi casa, sentado en los muros de la escuela (actualmente ya no existen), me gustaba contemplar su belleza del paisaje reinante en cada estación del año, donde en los momentos en que el silencio reinante me inspiraba ideas, reflexiones, algunas coplas, etc., donde la tierra parece hablar en silencio, los vientos traen recuerdos de fe y esperanza, el cielo y los cerros se abrazan como si rezaran juntos por el barrio alto y Santiago de Chuco.

Actualmente cuando retorno a mi Santa Tierra en mi permanencia que estoy ahí, frecuento en cada instante, me complace observar su naturaleza originaria del panorama que se presenta las diversas estaciones, es una zona de incomparable belleza que ofrece vistas panorámicas de la parte alta de Santiago de Chuco y de los caseríos de Conra, Pueblo Nuevo, Huayatán y otros rinconcitos lindos que se aprecia.             

El mirador natural se puede contemplar el colorido del paisaje de la Parva de la Virgen, con su vasta campiña, los ríos, los caminos zigzagueantes, cerros majestuosos y la serenidad del panorama.

La visita y permanencia en dicho lugar inspira a la reflexión y la introspección, invitando a los visitantes a conectar con la naturaleza y a encontrar la paz interior.      

El Mirador Filosófico de la Parva de la Virgen, es un destino ideal para aquellos que buscan una experiencia única con lo natural, donde la belleza oriunda se fusiona con la tranquilidad y la inspiración poética y filosófica.

De ese tranquilo lugar se puede aguaitar al sol que se oculta, la Virgen Santa Mónica parece inclinar su manto sobre el barrio que lleva su nombre y el pueblo. Los cerros guardan su secreto en ecos de plegarias antiguas. El mirador natural queda en calma, como un corazón que aún late entre nubes y recuerdos.

(Fotos del autor)

 

(*) Doctor en educación, ingeniero químico, abogado, licenciado en educación, investigador del Instituto de Investigación en Ciencias y Humanidades, directivo del Movimiento Capulí, Vallejo y su Tierra, docente universitario.

 

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