POEMA EN MEMORIA DE ENRIQUE ULLOA LEÍDO POR SU AUTOR EN HOMENAJE PÓSTUMO EN SANTIAGO DE CHUCO
Dr. Javier Delgado Benites (*)
Han pasado dos años (10/11/23) desde que la voz de mi amigo y poeta Enrique Ulloa Torres, se guardó, pero su eco aún resuena entre los cerros de Santiago de Chuco, donde sus metáforas siguen teniendo alma y sus versos no mueren.
El 20 de setiembre del 2024 trajeron los restos del poeta Enrique Ulloa, para cumplir sus deseos que, en vida, dejó a su familia, el día en que muera sea enterrado en su lar natal de Santiago de Chuco. Los familiares cumplieron con dicho deseo, trayendo sus cenizas de Italia, previo al dejar las cenizas en su tumba, se hizo un homenaje póstumo por su trayectoria literaria. Uno de sus paisanos y amigo Alex Salaverry que radica en Europa, se hizo presente, para despedirlo, leyendo un poema que había escrito, al enterarse del fallecimiento de Enrique, con quien se visitaban y frecuentaban en Italia, cuando se reunían para compartir gratos momentos, se tomaban unos vinos, pero la conversación se centraba recordando a Santiago de Chuco, esas evocaciones que les hacía llorar de emoción, recordando todo lo que los venía a la mente relacionado a ese rincón prodigioso. Copas iban y copas venían, pero seguían recordando ese pedazo de tierra del ande, donde habían vivido su niñez y adolescencia.
Alex, quien había estudiado teatro y también cultiva la poesía, es mi amigo y contemporáneo. En el homenaje me comentó que, al enterarse del fallecimiento de Enrique Ulloa, su gran amigo, no podía creerlo. De inmediato le vinieron a la mente los recuerdos de tantas vivencias compartidas, tanto en el terruño como en Europa. Movido por la tristeza y la nostalgia, decidió escribir algunos versos para plasmar en ellos la profundidad de esa amistad y el vacío que deja su ausencia.
Para dicho homenaje póstumo en Santiago de Chuco, Alex Salaverry, había
viajado desde Europa donde radica, especialmente para rendirlo homenaje póstumo
en su tierra y leer dicho poema, escrito con el pulso del afecto y la tinta del
recuerdo. Dicho poema que medio al solicitarlo después de haberlo leído, lo comparto
con la única intención de seguir manteniendo encendida la llama de su nombre
del poeta y amigo Enrique Ulloa, porque él no ha partido del todo, solo se
ausentó en el silencio del alma y vuelve cada vez que alguien los nombra, expresa
así:
me arrebata el aire a manotazos
y gritos sordos
se acumulan en el origen de la vida,
allí donde tu mano y la mía
tallaban la piedra
para erigir estelas de armonía
o escaleras intrínsecas
que conducían a la hermandad.
Han pasado segundos, minutos, horas, días sin sol;
han pasado por las venas,
oscuras lágrimas de dolor;
ha pasado por las calles tibias de otoño,
una procesión de hojas balanceadas por el viento
y en ese remolino estás tú,
hoja protectora
que con tu envergadura te vas yendo,
vas dejando el torbellino de la vida
que ya no te alcanza,
que no te alcanzará más.
Quedan los vestigios
de una ciudadela construida
por tus sueños,
masón de mano firme y verso certero.
Hombre-humano, hoy, el ave del paraíso
te susurra al oído nuestra devoción.
El poema tiene un sentido filosófico con metáforas que irradian un profundo dolor que tuvo Alex al recibir la noticia de su muerte de su amigo entrañable, expresa una profunda sensación de pérdida y desesperanza ante la ausencia del amigo. A través de imágenes de piedra, hojas y ciudadelas, se refleja la huella que deja quien parte y la fragilidad del tiempo. Alex evoca el pasado compartido como un acto de creación y hermandad que ya no puede repetir. Finalmente, se eleva al ausente como símbolo de trascendencia y devoción, transformando el dolor en homenaje espiritual.
En Santiago de Chuco donde los versos nacen del silencio y la neblina, la voz del poeta Enrique Ulloa aún resuena como un canto sin final, porque en ese rincon andino, los poetas nunca mueren del todo, se vuelven inmortales.
(Fotos
del Facebook de los mencionados amigos y una imagen con uso de la IA)
(*) Doctor en educación, ingeniero químico, abogado, licenciado en educación, investigador del Instituto de Investigación en Ciencias y Humanidades, directivo del Movimiento Capulí, Vallejo y su Tierra, docente universitario.
Textos que pueden ser reproducidos
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