GERARDO DE GRACIA, EL POETA DE LOS NIÑOS

Dr. Javier Delgado Benites (*)
Gerardo De Gracia fue un excepcional poeta que cantó sus versos a los niños, con un lenguaje sencillo lleno de fantasía e imaginación. Él nunca dejó de ser niño, llevó en su espíritu enclavado durante su vida. Ahora estará iluminando y protegiendo a quienes dedicó y veló en su poesía.

En Santiago de Chuco, crecí mi niñez y adolescencia, en el mismo barrio, una cuadra nos separaba de la casa de Gerardo De Gracia, me enteré de él por mis padres, que había estudiado para sacerdote, pero optó por ser profesor y que trabajaba en el colegio San Juan de Trujillo, era abogado y también poeta.

Recuerdo verlo cuando iba circunstancialmente a visitar a sus padres, sus visitas era por corto tiempo, dado sus ocupaciones profesionales en la ciudad primaveral.

Estudiante de secundaria en el colegio “César Vallejo”, leí un poemario que llegó a mis manos por curiosidad, libro que era de un familiar, llevaba por título “La estación de los lirios”, le di, una revisada muy brevemente, leí unos poemas que se trataba de poesía infantil, sentí la sensación que eran evocaciones del poeta recordando su niñez en su tierra mágica y telúrica, Santiago de Chuco. Por esos tiempos, llegaba más frecuente a su lar natal, era el abogado defensor de la SAIS de Calipuy.

Emigre a estudiar a la universidad y me enteré por mis hermanos abogados que el Dr. Gerardo De Gracia, era Fiscal de Santiago de Chuco, durante su permanencia como profesional en el Ministerio Público en dicha jurisdicción, se dedicó a fiscalizar justicia y velar por los derechos ciudadanos de manera loable.

Durante su estancia en Santiago de Chuco, compartió la docencia en el Instituto Superior Pedagógico “VRHT”, siendo apreciado por sus alumnos, que veían en él un profesional que logró un cargo público con dedicación y sacrificio.

Fue promotor cultural, fundó el grupo cultural “Los Heraldos Negros”, con el cual se dedicó a divulgar las mojigangas oriundas de Santiago de Chuco, así como rescatar algunas mojigangas extinguidas. Hizo teatro, llevando a la escena la obra “El huerfanito” del extinto joven escritor Eulogio Ávila Benites, así como las obras del poeta universal César Vallejo. Tuvo su programa radial, la cual se propagó cultura, valorando nuestra identidad chuquina.

En Santiago de Chuco, entablé amistad, en una reunión familiar, fue satisfactorio conocerlo personalmente, se notaba una persona sencilla y noble.

Después de muchos años, cuando ingresé al mundo académico de la investigación, le busqué en Trujillo, se encontraba jubilado del Ministerio Público y vivía en su casa en el Cortijo. Mi encuentro fue para obsequiarle algunos libros que había publicado y conversar, porque era un poeta que escribía con mucho talento. En la amena conversación que tuvimos, insistí que siga escribiendo poesía, largos años que no publicaba. Se entusiasmo y me comentó que tenía varios poemas inéditos que lo estaba revisando y que quería reeditar sus poemarios. Me manifestó: - Cuando yo escribo poesía, si al leerlo siento que me gusta, eso significa que está bien escrito, en caso contrario le falta algo. A mi gusta inspirarme en la soledad, en el cementerio, en los lugares desolados. Toda mis poemas lo escrito fuera de Santiago. ¿Y porqué doctor? le pregunté. Porqué todo santiaguino es nostálgico y cuando se encuentra fuera de ella, lleva a su Santiago de Chuco dentro del alma.

En dicha ocasión le solicité si podía componer unos poemas para incluirlo en mis trabajos de investigación al sindicalista cañero Artemio Zavala, al guerrillero Luis De la Puente Uceda y al Pallo, me gustaba su estilo peculiar de alto nivel, puesto que sus versos emanaba una fuerza espiritual de profundas raíces cósmicas, con un talento fino e inigualable, y un gran honor que escriba para dichos personajes que dejan bien en alto a Santiago de Chuco. Aceptó el pedido, pidiéndome alguna información adicional de ellos, lo cual le hice llegar.

Me escribió dichos poemas solicitados, antes de entregarme me lo leía y me hacia leerlo, el último poema en entregarme fue al Pallo, lo leyó con mucho ahínco, que las lágrimas lo brotaban de los ojos como a un niño y me manifestó al culminar. - Le compuesto al Pallo, aquél a quien admiro desde niño, por su baile único singular y su música sonora que me hace vibrar el alma”.

La penúltima vez que le fui a visitar a su casa, fue para solicitarle dos de sus poemarios y su cuento “El arrendador”, que no lo tenía en mi biblioteca particular y ahí me comentó que estaba evocado en un libro de teatro basado en el personaje el Amortajador. Ahí le comenté, que yo tenia un escrito de dicho personaje que me relató mi madre y que también tenía un artículo escrito en una revista de Huamachuco, por mi tío el Dr. Domingo Adelmo Benites Cribilleros, el cual le ofrecí proporcionar para que le sirva de ayuda en su proyecto de su obra teatral.

La última vez que nos encontramos fue para entregarlo lo ofrecido sobre el Amortajador, conversamos largo rato, le noté cansado y con poco ánimo. Me obsequió un poemario “El festín de las luciérnagas” con una dedicatoria que dice. “Para Javier Delgado Benites, con afecto y admiración al intelectual”, quedando pendiente el cuento “El arrendador”, que no lo encontraba, pero que lo iba buscar.

Nos despedimos con un fuerte abrazo, ese abrazo fue para siempre. Me manifestó: -Venga Ingeniero a visitarme, me da mucho gusto conversar con usted, me alienta, me siento bien estos gratos momentos. Lo manifesté: - Que admiraba su talento de poeta y que los niños viven orgullosos de tenerle a usted como escritor. Me gusta lo que escribe Doctor Gerardo. No se preocupe, cualquier momento le vengo a visitar, previa coordinación por teléfono. Así quedamos, nos despedimos, no sabiendo que fue para no vernos en este espacio terrenal.

La poesía infantil de Gerardo De Gracia estaba destinada a encantar a los niños, como aquel mago que hace magia con las palabras y hace jugar a los niños con su acrisolado talento de imaginación.
Por eso, al enterarme de su partida me hace extrañarle, y será irremplazable su intelecto de éste poeta insigne, dúctil y sincero, amante de los corazones tiernos y dulces que son los niños.

El mejor homenaje al poeta santiagochuquino, seria que sus familiares, amigos y sus compañeros del grupo “Trilce” el cual era integrante, reediten sus poemarios y su obra inédita, poniéndolos alcance del público, en particular de los niños, quienes gozaron con su poesía. Los profesores de inicial y primaria contarían con un material digno de ser aprovechado.

UN VERSO EN SU RECUERDO INMORTAL

POETA DE LOS NIÑOS
Para Gerardo De Gracia

Te marchaste sin adiós
ya no darás tus versos a los niños
a quienes los hacías deleitar
con tus metáforas mágicas.

Ellos te echan de menos
quieren seguir jugando la ronda
en una noche de luna llena
en la epifanía de la luz.

Quedaron tristes muy tristes
ya no habrá quien les haga soñar
con fantasía de duendes
y de festines de luciérnagas.

Se apagó tu voz infantil
los luceros ya no brillarán
ahora los niños dormirán
en la estación de los lirios.

Javier Delgado Benites
Nuevo Chimbote, 24 de noviembre del 2012

(*) Investigador del Instituto de investigación en Ciencias y Humanidades, miembro del Movimiento Capulí Vallejo y su Tierra.
 

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