LOS CHUCOS Y SUS DIOSES NATURALES
Dr. Javier Delgado Benites (*)
Nuestros antepasados Chucos, quienes moraron el lugar en lo que es actualmente Santiago de Chuco, ellos tuvieron sus dioses naturales, que lo rendían pleitesía porque sabían sin ellos, no hubieran podido vivir. Por tal razón, dichos dioses primordiales fueron los siguientes:
SOL
Fue la representación más eminente de la divinidad natural de nuestros antepasados que trabajaban los campos, nuestra agricultura; es un dios auténtico, padre de todo el universo: la tierra, los animales y las plantas, todos los seres vivientes que nacen, se desarrollan, evolucionan y mueren, está en cabal coherencia e influencia directa del sol; el astro rey contagia alegría, salud e influye directamente en el desarrollo tanto biológico, físico, como psicológico de las personas y seres vivientes.
Nuestros antepasados enseñaron a sus descendientes, a conocer las bondades diversas del sol y venerarla como dueño y señor de la luz, la belleza y la vida.
El día está dividida en relación con la presencia del
sol, presencia en días, noches; mañana, tardes y noches. El aurea o
saliente, anuncia la salida del sol y la penumbra o poniente el atardecer y
anochecer; oscuridad, soledad y tinieblas; el ocultamiento a su retiro
momentáneo. Así mismo lo divide según su presencia en estaciones: verano,
invierno, otoño y primavera; en solsticios de verano y de invierno.
TIERRA
La tierra denominada la madre tierra, nuestros
antepasados eran agricultores por excelencia, concibieron a la tierra como
madre nativa y creadora, de ahí el paso a la veneración bajo una forma un lugar
lóbrego, al igual que las capas subterráneas de la tierra fértil, es fácil
comprender que esa madre, fuera concebida como entidad femenina, oscura, como
la noche e igualmente se relacionó con la luna, regente de los ciclos biológicos
de los ríos, las plantas y los animales.
La tierra siempre fue tomada por nuestros antepasados como deidad de fertilidad, fue la personificación de la diosa fértil; se creía esto, porque la tierra era vista como madre de toda la vida que crecía y nacía en ella.
AGUA
El agua para nuestros antepasados fue concebida como
diosa, en su quimera y en su amplia experiencia, pudieron evidenciar que sin
agua no viven las personas, las plantas ni los animales, ningún ser viviente
podía existir sin la existencia del agua.
Sabían perfectamente que el agua, es el elemento de la vida, ofrece las emociones más satisfactorias; la madre nutritiva, la destrucción, en fin, siempre fue, es y seguirá siendo el elemento de la vida, la muerte y renacimiento.
Es el elemento de la regeneración y por tanto de la salud, como inicio de toda la vida.
VIENTO
El viento para nuestros antepasados era un dios a quien llamaban cuando lo solicitaban en sus cosechas, para escoger y separar el grano de la paja, cuando cansados de atarearse y del fuerte trabajo diario deseaban descansar, refrescarse con la brisa de los vientos, purificar sus campos y sus siembras; era el dios viento que siempre espontáneamente estaba presente.
El viento por su gran fuerza natural, cuando estaba con furia, resentido o molesto por algún asunto negativo de la comunidad o de su naturaleza, el viento podía generar desastres en el cielo, en la tierra y en las aguas. Era el responsable del control de las tempestades.
INÁM (ARCO IRIS)
El inám son las frecuencias de luz en el cielo, cuando los rayos del sol atraviesan pequeñas gotas de agua contenidas en la atmosfera terrestre, su aspecto es la suma de un arco multicolor, con el rojo hacia la parte superior y el violeta hacia la parte interior. Menos habitual es el inám doble, el cual incluye un segundo inám mas opaco, con los colores invertidos, es decir con el rojo hacia el interior y el violeta hacia el exterior.
Para nuestros antepasados el inám, representa lo positivo
de la vida, aguaitarlo era recibir un sentimiento de alegría, mucha
tranquilidad y felicidad.
(Foto de Internet)
(*) Doctor en educación, ingeniero químico, licenciado en
educación, investigador del Instituto de Investigación en Ciencias y
Humanidades, directivo del Movimiento Capulí, Vallejo y su Tierra, docente
universitario.
Textos que
pueden ser reproducidos
citando
autor y fuente
INSTITUTO
DE INVESTIGACIÓN EN CIENCIAS Y HUMANIDADES
Celular:
943467062
E-mail:
i2cyh@outlook.es
Lima
– Chimbote – Trujillo
Comentarios
Publicar un comentario