EL MIEDO A LA MOMIA EN LA ESCUELA DE LA PARVA DE VIRGEN
(Para mis compañeros de promoción 1980 de la escuela 80523, este año celebramos 40 años de haber egresado de sus aulas)
Dr. Javier Delgado Benites (*)
Los seres humanos están predispuestos naturalmente asociar respuestas de miedo a determinados estímulos que implican un riesgo o peligro. Normalmente el miedo se desarrolla a medida que el niño va creciendo.
El niño escolar ya distingue entre las representaciones internas de su mente y la realidad objetiva. Los miedos ahora tienen un carácter más realista y específico, sustituyen a los miedos fantásticos, como por ejemplo; temor al daño físico, a la separación o divorcio de sus padres, a la muerte de los padres, a que un ladrón entre en casa, al fuego, a la sangre, las agujas, etc. También a esa edad aparecen miedos relacionados con aspectos escolares, el sacar malas notas, hacer las cosas mal o cometer errores, que te entreguen las notas, que te pregunte el profesor en clase, fracaso escolar, etc.
Cuando iniciábamos a estudiar (1975) en la escuela La Parva de la Virgen, todos los escolares tenían conocimiento que existía una momia en la escuela, algunos de los profesores instituyeron el miedo a pasar unas horas con la momia, a los niños que no cumplían con sus tareas, faltaban a clase, eran indisciplinados, indicándolo que los van llevar al cuarto donde se encuentra la momia.
La momia fue traída en una de tantos viajes que realizaban los profesores y alumnos excursionistas que iban a visitar con fines de estudio las ruinas de Huasuchugo, que es un conjunto arqueológico que ocupa a lo largo de 5 Km. sobre la cresta de tres salientes y planicies del cerro del mismo nombre, ubicándose en la margen izquierda del río La Vega, de Santiago de Chuco y al crearse la Provincia de Julcán, pasó a pertenecer a dicho lugar.
La momia que viene a ser un cadáver de la civilización Chuco que se desecó de manera natural, lo traen a la escuela, con un fin de estudio histórico y de implementar un museo, fue colocado en el segundo piso de la escuela, en un cuarto donde tenían los materiales didácticos para la enseñanza.
Los niños de los primeros años al saber de qué existía la momia en la escuela, algunos iban con curiosidad a aguaitarlo por alguna rendija que había en la puerta, otros no iban por miedo, los que lograban verlo sacaban pecho como sinónimo de mucha valentía y coraje.
En las aulas algunos de los profesores adoptaron con manifestar:
- Niños si ustedes no cumplen sus tareas (planas) encomendadas, para que realicen en su casa, son indisciplinados, faltan a clase sin justificación y no son aseados, porque vienen sucios a la escuela, sin lavarse. Serán llevados al lugar donde se encuentra la momia para que estean hasta la salida a sus casas.
Ese miedo que algunos profesores declaraban, y los escolares por no ir al lugar donde se encuentra la momia, que podía ser en la mañana o tarde, así era el horario de estudio, la mayoría cumplían sus responsabilidades, llegaban a la hora a la escuela, asistían a clase sin faltar, cumplían sus planas que lo dejaban para que realicen en casa, se portaban bien en el aula o en la escuela, venían bien lavados.
Lo del miedo a la momia era una estrategia que funcionaba muy bien, pero era un simple decir, de algunos profesores, con el único fin que sus alumnos sean responsables para que en el futuro sean buenos estudiantes, profesionales y personas de bien, buenos padres de familia y que contribuyan con el progreso y desarrollo del país.
La escuela desde sus inicios hasta los año 90, llegó ocupar un sitial muy merecido, era bien concurrida por lo alumnos, se tenía buenos profesores, que dejaron huella en muchos de sus alumnos, que ahora son buenos profesionales en todas las áreas y buenas personas.
Últimamente que visitado Santiago de Chuco y de paso mi escuelita, porque queda cerca de mi casa, lo primero que pregunté al personal encargado fue sobre la momia, el personal me llevó al lugar donde se encontraba, estaba en la oficina de la dirección, se encuentra protegido con una mueble de vidrio, para su mejor exhibición.
(Fotos del autor)
(*) Doctor en educación, ingeniero químico, licenciado en educación, investigador del Instituto de Investigación en Ciencias y Humanidades, directivo del Movimiento Capulí, Vallejo y su Tierra, docente universitario.
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