LA VOCACIÓN DE MI MADRE DE SER MAESTRA

(Al conmemorarse un mes de su sentida ausencia) Dr. Javier Delgado Benites (*) Mi madre desde su niñez, mi abuela materna le enseñó las obligaciones del hogar para que pueda afrontar responsabilidades en su casa, en el rinconcito de Pachogón donde nació y creció. Estudió hasta el tercer año de primaria en la escuelita elemental rural de Pichinchuco; todos los niños o niñas por esa época estudiaban hasta ese año; si quería estudiar hasta el quinto año y terminar la primaria, tenía viajar a la capital de la provincia. Mi abuela no quería desprenderse de su hija mayor que hacia todos los quehaceres en casa, mientras ella sacaba sus cinco guachos (ovejas) del corral, cogía su fiambre, su rueca y su huso, se iba a pastear hasta la tarde que llegaba con los ovinos, todos panzones que habían comido sueltos por sus chacras y laderas. Mi padre se enamora de mi madre, porque fue el zapatero de la familia Benites Aguilar, pide la mano y se casan en Santiago de Chuc...