VENDER UNA CASA EN SANTIAGO DE CHUCO ES UN DELITO AL SENTIMIENTO


Dr. Javier Delgado Benites (*)

Todos vuelven a la tierra en que nacieron… Todos vuelven al rincón donde vivieron… dice la canción. Todos los que hemos tenido la dicha de nacer en Santiago de Chuco, tierra prodigiosa, embrujada de enigmas, hemos crecido la niñez y adolescencia, que vienen hacer las mejores etapas de la vida, llenos de inocencia, sinceridad, ingenuidad, que no son comparables con ninguna otra etapa de nuestro desarrollo; un tratadista manifiesta: “La mejor etapa de un niño, es haber vivido en la sierra”, pues hay razón, nosotros que hemos nacido, desde niños hemos estado en contacto con la naturaleza plena y nos ha marcado la vida.

La mayor parte de oriundos hemos emigrado en el siglo pasado para seguir estudios superiores y trabajar en otros lugares del país o del mundo. Pero todo santiagochuquino, en lugar donde se encuentre, extraña su tierra natal, su familia, sus costumbres, su comida, su fiesta que son la esencia de su identidad. Recordarlo nos pone nostálgicos, no hay ningún día en nuestra mente que no se halle presente el lar natal.

Muchas familias que emigraron a la costa vendieron todos sus bienes y sobretodo su casa, no pensaron ese momento de regresar más, pero esa nostalgia de querer a la tierra natal los hace a unos volver y a otros querer volver, pero se encuentran con el impedimento de no tener nada, salvo algún familiar, amigo o algún hotel.

Los que vuelven llegan a disfrutar su fiesta en honor al Apóstol Santiago “El Mayor” o en Semana Santa, recordar sus etapas que vivieron de fe en su tierra que los ha marcado para siempre, algunos se encuentran arrepentidos de no haber conservado su casa, lo echan de menos, es hora cuando le hace mucha falta, pero es demasiado tarde, solo queda conformarse y aceptar las decisiones que tomaron algún momento sus padres, familia, ellos talvez no fueron culpables en sus decisiones.

Me encuentro con muchos amigos en la fiesta de julio, me cuentan su desazón de no tener en donde llegar en el momento que más lo necesitan, demostrar su fe a su Patrón. Y me manifiestan:

-       “Mis padres, lo vendieron mi casa y ahora no tengo en donde llegar, he llegado a la casa de un familiar, pero no es lo mismo, tengo que llegar temprano para no incomodarlo”.

-       “Lo vendieron mi casa por culpa de mis hermanos, ahora he llegado a un hotel”.

-       “He llegado a la casa de un amigo, me gustaría estar más días en mi tierra, pero no quiero incomodarlo”.

-       “Mi casa lo vendieron barato, ahora quiero venir todos los años a la fiesta, no puedo venir, por eso vengo cada tres años, cuando lo toca la mayordomía a mi barrio”.

-       “Mis hijos quieren venir a conocer mi tierra, pero es llegar a un hotel que no es lo mismo, como llegar a tu casa, por eso no los traigo”.

-       “Mis hermanos quieren venir, pero no tienen donde llegar, imagínate mi casa le vendieron barato, ahora lo han modificado y me da mucha pena cuando lo veo, me siento impotente”.

-       “Si tuviera mi casa, puedo llegar en cualquier hora, en cualquier momento, pero es mi casa, nadie me puede decir nada, mi casa me soportará todo”.

-       “Ahora mi casa lo han transformado, lo han dañado, lo han hecho perder su esencia que viví mis mejores años de mi niñez”.

-       “La casa lo vendieron con la condición, que cuando venga la familia nos den una cuarto para estar el tiempo de permanencia, pero al fin, esa condición ya no se cumple”.

Eso son algunas de las expresiones nostálgicas que me revelan amigos, familiares, compañeros de estudios que nos encontramos principalmente en la fiesta de julio o en algún evento o reunión lejos de nuestra santa tierra.

Muchos no regresan a Santiago de Chuco, porque no tienen en donde llegar, disfrutaron en su época de hogares felices y unidos, el orgullo los hace no retornar, pero en su interior viven con la conciencia intranquila y se encuentran impotentes de no poder recorrer sus huellas o travesuras de haber vivido en el paraíso de la niñez.

Los que tenemos aún una casa en nuestra tierra, hay que conservar su originalidad, arreglarlo, como lo están haciendo algunos santiagochuquinos que están retornando a su pueblo después de haber contribuido con su trabajo en diferentes lugares y se encuentran orgullosos de retornar a su tierra que los vió nacer. Nuestra tierra es futuro potencial turístico que es necesario explotar y ahí debe estar la mirada de los emprendedores y empresarios.

Por eso, vender una casa en Santiago de Chuco, es un delito al sentimiento, que es castigado por la tristeza durante su vida. Todo santiagochuquino, extraña su esencia de haber nacido y vivido las primeras etapas de la vida.

Retornar y estar en Santiago de Chuco, nuestro lar natal, ES PURA VIDA.


Santiago de Chuco, 09 de febrero del 2025

 

(Fotos del autor)

 

(*) Doctor en educación, ingeniero químico, abogado, licenciado en educación, investigador del Instituto de Investigación en Ciencias y Humanidades, directivo del Movimiento Capulí, Vallejo y su Tierra, docente universitario.

 

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