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(Un juguete clásico de la niñez en nuestra santa tierra) Dr. Javier Delgado Benites (*)   El trompo fue uno de los juguetes que jugaba con demasiado ímpetu en Santiago de Chuco, en mi niñez con mis amigos de barrio, escuela y colegio (los dos primeros años). Me trae mucho recuerdo y quiero dedicarlo este escrito que se encuentra en mi libro inédito intitulado “Juegos Escolares en Santiago de Chuco”.   El trompo en Santiago de Chuco es un juguete y fue perennizándose a través del tiempo, es un juego divertido en el cual se desarrollaba destrezas como puntería o acierto, habilidad. El trompo es hecho de madera de eucalipto, sauce y otros, es de forma cónica, en la parte superior es ovalada, terminaba con una pequeña prolongación, salida o sombrerito, que sirve de apoyo para la pita o piola y en la parte inferior termina en una punta de metal de clavo, que al envolverlo con una pita o piola y al tirarlo al suelo, se desenvuelve y el trompo gira o baila vertiginosamente causando deleite y

Dr. Javier Delgado Benites (*) Se escribe suficiente de las bondades que nos confiere la naturaleza porque es fuente de bienestar que repercute los sentidos. Si de eso se trata, entonces es más conveniente cuando observamos el reconfortante paisaje de nuestra tierra natal.   Santiago de Chuco es un lugar serrano de rígido temperamento en que todavía parece rechinar ecos de su pasado, ya que dentro y fuera de su población se levantan titánicas fortalezas, como evidencia de su rica historia. Todo su complejo panorámico es una parte de la sierra norte de nuestro territorio, ubicado estratégicamente, casi en el centro del fértil suelo serrano, por el diverso color de su ambiente, cielo azul profundo, se ha ganado el privilegio de ser dueño de un irresistible hechizo denominado la capital de la poesía del Perú y posteriormente de la pintura y del folklore. Pueblo fundado bajo el criterio español, pero sobre cimientos de una cultural nativa Chuco, por eso, son hondas sus raíces que contribuy

  (Para ir celebrando los 100 años de la publicación de Trilce) Dr. Javier Delgado Benites (*) Este año 2022 se cumple el centenario de la publicación del poemario Trilce (1922) de César Vallejo, en esta oportunidad para ir celebrando, iniciamos con la publicación referente al pintor loretano Víctor Morey Peña, quién retrató al poeta de Santiago de Chuco en la caratula de la primera edición de dicho poemario. Víctor Morey Peña, nació en Yurimaguas - Loreto el 05 de agosto de 1900. Hijo de Don Adolfo Morey Arias y Doña Estefita Peña de Morey. Fue un connotado pintor loretano, desde los albores de su vida fue un perseverante aficionado al dibujo y autodidacta en la pintura, que brilló con luz propia. Bachiller de letras de la Universidad de San Marcos, su tesis fue referente al arte Yunga . Fue de elegante y tratable conversación, su presencia en cuanta reunión social, era motivo de júbilo y de gratos momentos. En sus constantes viajes por los ríos se iba alimentando de selva, lo

Dr. Javier Delgado Benites (*) Al conmemorarse los 80 años del nacimiento del poeta Javier Heraud Pérez, que nació en Lima, el 19 de enero de 1942. Mi promoción 1985 del Colegio Nacional “César Vallejo” de Santiago de Chuco, llevó su nombre como un homenaje póstumo a su corta trayectoria poética que fue muy clara y ejemplo a la juventud estudiosa. Quiero compartir cuatro poemas de mi autoría dedicados al poeta guerrillero y así celebrar sus 80 años de natalicio:   JAVIER HERAUD, HEROICO   (A los integrantes de la promoción 1985 del C.N. “César Vallejo”– Stgo. de Chuco)   Los 21 años que tenías eras todavía un joven poeta pero en esos tiempos los gritos de los pueblos oprimidos tronaban tus oídos los movimientos progresistas cantaban y coreaban himnos los puños y la voces de los jóvenes se levantaban cada vez más altos y fuertes reclamando justicia social, pero al oír el clamor del pueblo enarbolaste banderas de lucha.   Fuiste acribillado, sin piedad en la soledad del rio caudaloso d

(Niño fui padrino de levantada en la zona rural) Dr. Javier Delgado Benites (*) Quiero compartir este relato, cuando en mi niñez fui padrino de levantada del niño Manuelito, eso sucedió hace más de 40 años, una experiencia inolvidable.   El señor Teófilo Arroyo, era un campesino amigo de mi padre, que celebraba todos los años la fiesta del niño Manuelito en Huarán – Uningambal. Lo invitó a mi padre para la Nochebuena, ese mismo día le pidió para que sea padrino de la levantada del niño Manuelito, que se celebraba el día 8 de enero. -       Señor Panchito quiero que sea padrino de la levantada del niño. Mi padre le contestó: -       Apúntele a mi hijo el negrito chiquito, para que sea padrino. Por esa época tenía ocho años de edad, había salido de vacaciones de la escuela. Mi padre el día anterior me comunicó que teníamos que ir para cumplir dicho compromiso con el señor Arroyo. Yo nunca había asistido ni había visto una levantada, no tenía ni idea de que se trataba. El